martes, 10 de febrero de 2009

Gracias

viernes 2 de mayo de 2008

. . . Y no existir si no me miras tú - (Para Pili Cárdenas)
Los lugares por donde pasas se inventan con tus actos, con tu risa, con tu olor. Cada paso, cada mirada, cada beso deja en él aquello que vi en esa primera mirada, en ese primer hola. Los lugares y los momentos, que fluyen con los días de invierno, con las hojas que en otoño dan aquel color café a nuestros abrazos de Marín, del peldaño de tu casa y de ese comentario en el oído. Esos lugares ya existen para mis pasos perdidos en avenida salvador, en 8 norte y por Luís Montaner. Existen gracias a ti. Esos espacios infinitos, llenos de risas, lágrimas y caras nuevas. Esos espacios que nacen a cada momento, que quedan en el inconciente para reaparecer en nuestros sueños, en los pensamientos casuales, en las canciones que escuchamos en los viajes por santiago, con la mirada perdida en la ventana y en aquellos paraderos que nos protegen de la lluvia. Como nos perdemos en la reflexión política, en el debate acalorado de algún viaje sobre ruedas o en los abrazos de aquellos cumpleaños a los que asistimos. Nos perdemos, sí, porque estamos insertos en un mundo que hace mucho dejó de ser tal. Estamos insertos en un tiempo que transcurre y fluye en los días que nos vemos, en los llamados que gozan de silencios extrañamente cómodos, de risas y comentarios que parecieran nuevos cada vez, y que repetimos mil veces y novedosamente en un absurdo que solo ríe con el sentimiento de compañía que me das. Nos hemos perdido. Ojalá no haya que volver...

Autor: Esteban Serey Gaggero

miércoles 3 de septiembre de 2008

Ella inconciente. Ego.
Miro por mi ventana hacia fuera y todo es confuso. Se hinchan los edificios y se mueven como árboles al viento, desde donde caen hojas, la ropa tendida de los balcones, gotas de lluvia ácida que rompen el cemento de las aceras, el techo de las casas, matan animales y queman la piel. Las nubes se han puesto más oscuras aun, y los perros aúllan hacia el cielo pidiendo una tregua.Mi ventana se ha abierto de golpe y mi habitación se ha llenado de hojas secas, extrañamente crujientes, que se arremolinan en torno a mi lámpara que lucha por mantenerse encendida. Los libros se caen de las repisas, se rajan sus hojas y se unen al torbellino, violento torbellino que lo destroza todo, que no deja escuchar nada más que los gritos de mi madre y de mi hermano. Allá lejos, aparece mi padre.Trabo mi puerta con pestillo, no quiero que nadie estorbe este momento de duelo adelantado, de inesperada angustia que llena mis venas hasta la punta de mis dedos. Que vacía mi cabeza, que llena el corazón de esperanza, de encanto. Nadie puede ahora estorbarme, servirse de mi compañía. Hace bien estar solo, pienso, mientras me escondo bajo mi escritorio para evitar que me rompa la cabeza de un golpe. La puerta se abre lentamente, el pestillo nunca estuvo, entra ella. Todo se calma. Todo vuelve a ser como antes.Y allá lejos, aparece mi padre.

domingo, 8 de febrero de 2009

Análisis Transversal

Alumna: Pilar Isidora Cárdenas Benítez
Curso: IV medio Humanista
Profesor: Mario Toledo
Asignatura: Transversal
Fecha de entrega: viernes 9 de mayo de 2008




Seguimiento de una noticia

Caso subvenciones:
¿Verdad o venganza?


Hace aproximadamente un mes, en la clase de transversal, me dieron un interesante trabajo: hacer el seguimiento diario de una noticia elegida por mí, siendo capaz luego de plantear alguna interrogante o inquietud, que pudiera ser resuelta al final de la investigación. Después de buscar y buscar, además de cambiar en variadas ocasiones la noticia, opté por informarme acerca del llamado “caso subvenciones”, que involucra directamente a Yasna Provoste y su gestión en el Ministerio de Educación. Frente a esto, decidí plantearme ciertos objetivos como lo es indagar en la política y todo lo que esta involucra, observar distintas visiones acerca de un mismo tema y señalar un hecho inédito desde el retorno a la democracia, entre otros.
Eso es lo que a continuación presentaré, a modo de ensayo o columna de opinión, apoyándome de distintas fuentes.
Todo comenzó con una denuncia de alguien que solo conoce la oposición; “hay dineros perdidos en educación, que tiene que ver con las subvenciones que otorga el Estado”. Como es de costumbre, la derecha tomó este nuevo “ataque” y fue así como realizaron una acusación constitucional en contra de la ministra Yasna Provoste. En los días que siguieron, Provoste se mantuvo muy calmada, siempre afirmando que no tenía miedo de lo que iba a pasar porque no ha hecho nada malo. Es así como el día 27 de marzo entrega un documento a Eugenio Tuma (presidente de a comisión acusadora), en el cual argumenta que la administración interna no se encuentra a cargo del ministro pues este no es un funcionario público y que, por lo demás, el ejercicio del control jerárquico y disciplinario sobre los funcionarios les corresponde a los subsecretarios, en su condición de jefes superiores de la organización ministerial. Además señaló que para realizar una acusación el imputado debe haber efectuado delitos, infracciones y abusos de poder y ella no ha cometido ninguno de estos, acusando también a la Alianza de no haber acreditado bien las irregularidades que se investigan y crear construcciones jurídicas artificiosas. Nuevamente se estaba reflejando en la prensa un conflicto de intereses personales, confuso en su inicio y en lo que llevaba de desarrollo. Esperando una respuesta a este documento o al menos un análisis con altura de mira, por parte de todas las posturas políticas del país, solo políticos pertenecientes a la derecha se hicieron presente, al ridiculizar y restar valor a lo escrito por Provoste, por haber mencionado en él su origen diaguita, con la intención de recibir igualdad ante la ley a la hora de ser investigada. Iván Moreira y José Kast solo tuvieron una palabra para lo anterior: “penoso”. Por otra parte, la ministra era apoyada y defendida por su abogado, Luis Bates, la Democracia Cristiana (partido al que pertenece) y la Concertación, además de Joaquín Lavín, a quienes sus pares políticos descalificaron por esto.
La situación no tuvo gran avance durante algunos días, pero esto cambió tras la intervención de la ex subsecretaria de Educación Pilar Romaguera, quien responsabiliza a seremi por los desórdenes administrativos y a su vez es acusada como culpable por parte de Tuma, quien negó totalmente la existencia de una pérdida avaluada en $262 mil millones que acusa la oposición. Como contradictorio fue visto todo este balance en general. Solo queda seguir investigando. O pasar a lo siguiente…
A pesar de la esperanza que existía por parte de la ministra y de la Concertación en su totalidad, el día Jueves 3 de abril de 2008 la Cámara de diputados acogió la acusación en contra de la ministra, suspendiéndola de su cargo. Pese a la situación y con gran posibilidad de que Provoste no saliera triunfadora de lo que estaba ocurriendo, la Moneda decide no rendirse dándole aún más apoyo a la acusada, teniendo en cuenta que, de “perder esta batalla”, sería la primera vez que un ministro es destituido de su cargo desde que volvimos a la democracia el año 1990, y por un caso asociado a problemas de probidad. Luego de esto solo quedaba esperar dos semanas para ver qué decisión se tomaba en el Senado. Durante este período de tiempo, pasaron cosas más y menos relevantes para el caso en cuestión. Refiriéndome al primer aspecto, está el hecho que en la DC hubo cierta presión por la renuncia de Provoste. Ya que consideraban que no era justo que el partido pagase por malas gestiones de otras administraciones, y que era un error desechar totalmente la partida de la ministra, pues de irse podrían evitar así la inminente destitución. Pero ni Yasna, ni la Presidenta de Chile, quieren darle el favor a la Alianza y a ex democratacristianos (colorines). Hablando del aspecto menos crucial, pero sí importante a la hora de analizar actitudes y opiniones vertidas, fue el profundo rechazo de la Alianza a la visita que hizo Yasna Provoste a un retiro espiritual, por considerar que estaba “jugando con la religión sin ningún tipo de ética ni moral”. Frente a esto tres curas de distintos sectores sociales y políticos, llamaron a no mezclar las cosas.
Llegó el día más esperado para todos, tanto de Oposición como de Concertación. Quedaban solo horas para la decisión final que tomaría la Cámara Alta, poniéndole así fin a esta acusación, luego de 6 horas y 20 minutos, resultado de 38 intervenciones, de 10 minutos cada una. Cinco capítulos debían revisar. De ser encontrada culpable en uno, la ministra ya quedaba expulsada de su cargo.
Ocurrió lo que la Presidenta, la Concertación, Provoste, la DC, mis abuelos, mi papá, mis cercanos y yo tanto suponíamos… Yasna Provoste Campillay es destituida de su cargo como Ministra de Educación luego de 20 votos contra 18, por una de las cinco acusaciones en su contra: ser considerada responsable de no corregir irregularidades en uso de recursos públicos en Educación.
Digna, con lágrimas pero con mirada orgullosa también, Yasna Provoste se despidió de la Cámara Alta con su acostumbrado signo de victoria. Abrazos y apoyo fueron parte de su dura partida.


Mi opinión personal se ve resumida en cierto modo por una frase de Abraham Lincoln que dice: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”. Pues, más allá de otras consideraciones, resulta evidente el aprovechamiento de una mayoría circunstancial, por parte de un conglomerado político para conseguir un objetivo menor, vuelve a plantear la fragilidad de este esquema político a dos bandas, todavía democráticamente imperfecto. Una mayoría circunstancial en este escenario es capaz de resolver acerca de situaciones que poco y nada contribuyen a la cercanía de los ciudadanos con los temas de la “alta política”, que ejemplifican. Se pierde, para ellos, la pista del día en que aquello que está en debate sean los temas que más los afligen diariamente.

Cena filosófica - Santo Tomás de Aquino

Mi nombre es Tomás de Aquino. Nací el año 1224 en Rocasseca, dentro de una de las familias aristócratas más influyentes de la Italia Meridional. Fui teólogo, por cumplir con el sueño de mis padres, y filósofo, para lograr así mi gran objetivo: unir la fe con la razón. Durante mi vida fue Aristóteles mi gran inspirador, cuyos planteamientos me ayudaron a repasar críticamente las filosofías y teologías presentes a lo largo de la historia. Morí en Italia el año 1274, habiendo realizado obras completas acerca del Estado y el Bien Común. Hoy, me han invitado a hablarles de educación... y es eso lo que haré desde mi perspectiva como filósofo.

El hombre no es un individuo aislado que puede alcanzar su fin simplemente como individuo mediante la utilización de su propia razón individual; el hombre es por naturaleza un ser social o político nacido para vivir en comunidad con otros hombres, La sociedad es pues, natural al hombre. Pero si la sociedad es natural, también lo es el gobierno, que debe tener como fin, el bien común.
¿Qué es el bien común? ¿Cuál es su esencia?
El bien común de la ciudad no es ni la simple colección de bienes privados, ni el bien propio de un todo que remite a sí solo y sacrifica las partes; es la buena vida humana de la multitud, de una multitud de personas; vale decir, de totalidades a la vez carnales y espirituales, y principalmente espirituales, aunque les toque vivir más a menudo en la carne que en el espíritu.
El bien común de la ciudad es su comunión en el buen vivir; es por tanto común al todo y a las partes; he dicho a las partes, como siendo ellas mismas totalidades pues la noción misma de persona significa totalidad.
Para entender a cabalidad lo que les digo, es necesario también que comprendan que el Bien Común se compone de tres características fundamentales. En primer lugar, este implica una redistribución, debe redistribuirse a las personas y debe ayudarle a su desarrollo.
En segundo lugar, El Bien Común es el fundamento de la autoridad. Una autoridad realmente fundada en él, guiando a bien de todos, se dirigen a hombres libres; todo lo contrario de la dominación ejercida por un señor sobre seres humanos para el bien particular de ese dominador el mismo.
Por último, nos encontramos con su moralidad intrínseca; “que no es solamente un conjunto de ventajas y de utilidades, sino esencialmente rectitud de vida, buena y recta vida humana de la multitud. La justicia y la rectitud moral son así, esenciales al bien común”.

miércoles, 27 de junio de 2007

"Gracias por la tregua que le diste a mí existir, gracias por la forma de hacerme ver que yo también sé de amor"

Al hablar de una tregua nos referimos a una pausa, un descanso, un alto en nuestras vidas. Es un momento en que dejamos de lado lo cotidiano, para enfrentarnos a nuevas situaciones y disfrutar de, muchas veces, pequeños detalles que antes pasaban desapercibidos, o quizás nos dispondremos a detener la rutina para así enfrentarnos a cambios que, indudablemente, están determinados por una aceptación a los riesgos. Esa es la manera en que Mario Benedetti, con su libro "La tregua", quiere expresar el amor y la esperanza, a través de una peculiar historia de encuentro y ternura. ¿Le damos a la reflexión, el detenimiento, el real crédito que se merecen, o simplemente dejamos pasar la vida rápidamente, sin darnos el tiempo de cuestionar lo que nos sucede? Antes de leer este libro mi respuesta era clara, tajante. Sin embargo, será este mismo quien entregue una respuesta distinta a la interrogante, o mejor dicho, una manera diferente de ver las cosas, a través de líneas llenas de amor y realismo.

El detenernos, ya sea a mirar lo que nos rodea, simplemente a descansar de lo rutinario, o hacer de lo cotidiano algo maravilloso, es fundamental en la vida de todos. Y me atrevo a repetirlo: de TODOS. Necesitamos tener tiempo para nosotros, observar lo que hemos construido o planificar lo que queremos llegar a ser. También, es un espacio para expresar sentimientos, aflorar emociones con pequeños gestos que se convierten en razones para seguir adelante. Exactamente esto transmite Martín Santomé, el protagonista del libro en cuestión, en uno de los tantos días que congeló, mediante palabras, cada hecho que ocurría seis meses antes de su jubilación. Aquí, un fragmento del día sábado 6 de julio, tras huir él junto a su amada, de una "lluvia a baldes":
"(…)Corrimos nosotros también como enloquecidos y llegamos al apartamento en tres empapados minutos. Quedé por un rato con una gran fatiga. Antes tuve fuerza, sin embargo, para buscar una frazada y envolverla a ella…desde el dormitorio, ella me llamó. Se había levantado, así, envuelta en la frazada, y estaba junto a la ventana, mirando llover. También me acerqué a mirar, no dijimos nada durante un rato. De pronto tuve conciencia de que ese momento, de que esa rebanada de cotidianidad, era el grado máximo de bienestar, era la Dicha." Asimismo, vemos a un hombre decidido a vivir esta nueva felicidad, dispuesto a darle tiempo al tiempo, pero cuya tregua dura muy poco; una vez decidido a casarse, Laura Avellaneda, la mujer que ocupaba "cuatro de las cinco partes de su vida, alma y corazón", muere tras una fugaz enfermedad.

Dicho lo anterior, puedo establecer el segundo argumento: una vez que se presenta la oportunidad de esta "tregua", ¿Sabemos como usarla?. Todo comienza con un hombre agotado de la rutina, de hacer todos los días el mismo trabajo tras un escritorio. Santomé quiere relajarse, tener tiempo para el ocio sin preocuparse de nada más. Está todo planificado, pero ya no solo para él y sus hijos, sino que dentro de los planes ahora se encuentra Laura, a quien dedicará por siempre sus minutos de libertad. Sin embargo, la muerte de esta mujer que lo había convertido en el antítesis de un solitario, rompe con todo plan modificado. ¡Y es que Martín ya no quiere más treguas sin compañía! Quiere ser feliz y se da cuenta que no puede lograrlo sin ella. De nada le sirven minutos, horas, días, años, una vida de ocio si no tiene a quien dedicárselo. Y no soy yo quien lo piensa, sino que él mismo relata:
"(…) Me siento simplemente desgraciado. Se acabó la oficina. Desde mañana y hasta el día de mi muerte, el tiempo estará a mis órdenes. Después de tanta espera, esto es el ocio. ¿Qué haré con él?". Cientos de veces hemos pasado por una situación como esta, tenemos tiempo y no sabemos en qué usarlo. Cuando carecemos de él, sufrimos. Y es que una tregua no siempre es algo "hermoso", pero presenta la oportunidad de tornarse en esto, y solo nosotros podremos decidir en qué la transformamos.

Mi interés tras realizar este trabajo era mostrar el lado amable, generoso de una pausa y sus oportunidades. De detener un solo minuto nuestro mundo propio, para contemplar el de otros. Mas, un descanso no representa solo eso; ya vemos cómo puede transformarse en algo vanal que no tiene un objetivo claro. Generalmente, dejamos que todo suceda a su "debido tiempo", sin pedir mayores explicaciones, sin si quiera ver que a veces estas son necesarias. Puedo ver cómo mi tesis no tiene solo una respuesta: a veces esperamos mucho para tomar decisiones, queremos que los hechos opten por nosotros y esto trae arrepentimientos, desdichas, tristeza. Pero tampoco podemos dejar de lado los beneficios que trae una reflexión, cuánto nos puede servir observar, observarnos y dejar que nos observen. Todo esto lo puedo ver a través de una historia de amor que me emocionó por su pureza y falta de rutina dentro de lo cotidiano (no creía que esto fuera posible). A saber, la pareja Santomé-Avellaneda me sorprendió de tal manera, que mi tesis original obtuvo respuestas más amplias y con más sentimientos de por medio.

"Apreciación Pictórica"




En esta fría tarde de marzo, me encuentro con un importante desafío: tengo dos planas (como máximo) para realizar apreciaciones pictóricas de cuadros creados en grandes períodos culturales de la Historia: Neoclásico y Romanticismo. Ambos complejos, interesantes y dependientes el uno del otro. Pues durante la Época Racional, ocurrió el surgimiento de diversos movimientos que eran la contradicción del anterior. A continuación mostraré un minucioso contraste entre el cuadro “Viajero junto al mar de nieblas” de Caspar Friedrich y “El químico Lavoisier y su mujer” de Jacques Louis David.

Friedrich nos presenta en su obra a un hombre solitario de cabello castaño claro y tez blanca, que viste un traje negro (apretado en la cintura, deja caer la tela hasta más abajo de la cadera, ajustado de piernas) y botas muy elegantes, al cual acompaña con camisa blanca y una especie de bastón del mismo color, que lleva en su mano. Hay montañas y nubes, la pintura está basada en la combinación de grises, blanco, café, negro y colores de estas mismas tonalidades. Está de espalda, mira de frente el paisaje opaco con neblina y unas cuántas rocas parecidas a la que él está pisando con actitud de héroe que queda en soledad luego de la batalla. Al ver todo esto me deprimo. Siento angustia por este hombre que no sabe cómo ni para qué seguir si se encuentra solo, rodeado de una realidad que no motiva a “recomenzar”. Estar parado en aquella roca le hace sentir que tiene poder y cierta superioridad aún, pues se encuentra en altura, puede verlo todo. Mas también le permite encontrarse consigo mismo, analizarse y dejarse de caretas para ver a quién es realmente. Al autor de esta obra se le considera como el máximo exponente del Romanticismo en Alemania. Caracterizado por ser nacionalista, sensible y haber tenido una educación familiar en la que la religión luterana tomaba un importante papel. Al relacionar la naturaleza con Dios, esta le llama la atención y decide hacerla parte de sus pinturas, las cuales se tornan notoriamente románticas, mediante representaciones más que nada solitarias y melancólicas. Al investigar sobre este pintor con inquietudes políticas, noté cuántas veces fue capaz de evolucionar (tanto interior como artísticamente) y lograr plasmar esto en sus trabajos. Como todo un "romántico", este hombre utiliza sus aprendizajes y técnicas para transmitir sentimientos, pensamientos y emociones.

Mientras que Jacques Louis David, a través de su obra “El químico Lavoisier y su mujer”, muestra le realidad y mentalidad que se vivía en “su época”, el Neoclásico. En esta pintura aparece una mujer de tez clara, cabello largo y ondulado, de ojos color café y delicadas facciones, que lleva puesto un vestido blanco hecho de blondas, mangas tres cuartos y una cinta azul que rodea su cintura y la hace ver más estilizada. Se encuentra apoyada delicadamente sobre su marido, el cual está sentado escribiendo algo. Mira fijo a la mujer, lleva sobre su cuerpo un traje negro, camisa blanca con exagerada cantidad de blondas y vuelos, apretada en el cuello. En cuanto a su pelo, está cubierto por una peluca blanca. También es de tez blanca, tiene una amplia frente, su mano izquierda está alzada y la derecha tiene una pluma apoyada sobre un papel blanco. Este papel está apoyado sobre una mesa cubierta por un mantel rojo (al parecer de terciopelo), sobre el cual hay, además, objetos de vidrio y un frasco con tinta para la pluma. Las paredes de la casa son de color gris y poseen unos pilares dorados, junto con unos cuántos detalles en la arquitectura de estas. Todo este orden y perfección limitan la interpretación de la obra, pues se muestra lo concreto, “lo que está” y no hay más. Sinceramente lo que veo no me produce mayores emociones; veo una pareja perteneciente a la Aristocracia del siglo XVIII aproximadamente, que sigue las ideas y parámetros de esta. La risa casi forzada de la mujer y la mirada que muestra Lavoisier hacia su esposa, me muestran una vida “plana”, paupérrima en emociones y alegrías. Sí, viven cómodos y tienen todo lo necesario, les queda tiempo para el estudio y el ocio, pero no me parecen realmente felices. Sin duda esta es una prueba gráfica del movimiento anterior al romanticismo, que se construía a partir de conceptos como antropocentrismo, racionalismo, hipercriticismo, pragmatismo, entre otros. En el cual se crea un ideal de belleza basado en el orden, equilibrio y con el hombre como centro de todo. Que representaba una especie de revolución en contra del exceso innecesario que se había mostrado hace algunos años con el barroco. La mimesis (imitación de la realidad) que plantea el período neoclásico, sienta las bases para el romanticismo.

Esta actividad de apreciación pictórica no solo me motivó a seguir valorando cada momento de la historia por lo que fue y entregó, sino que también me dio la posibilidad de comprobar una vez más que cada manifestación es necesaria para seguir avanzando.

Ya no me encuentro en una tarde fría, sino que ahora me invade la paz de una noche que llamó a toda mi familia a descansar…

“Libertad para pensar, libertad para ser”

La personalidad que cada uno posee se determina o crea, a partir de experiencias vividas en la infancia, genes propagados de generación en generación mediante la herencia y factores del medio ambiente. Dado todo esto, ¿es posible hablar de la elección de una identidad? O al encontrarse esta ya formada, ¿ocurrió por una decisión libre de cada individuo?.
Se puede hablar de libertad personal, libertad de decidir quién soy, qué es lo que me gusta y lo que no, sin negar que hay múltiples factores que han condicionado la manera de vivir en el mundo y lo seguirán haciendo.
Porque finalmente cada uno es el que, luego de una larga, pequeña o nula búsqueda, decide qué ropa o música es la que le agrada más, le da placer. Distinto es acatar normas que deben seguirse, tales como las impuestas por los padres (por ejemplo) a la hora de permitir “desenvolverme a mi manera”. Esto es algo que sin duda limita el transcurso “normal” del crecimiento, pues es un intento, por parte de seres que debieran tener una mayor autoridad en nuestras vidas y que, supuestamente toman este tipo de medidas porque “ya tienen experiencia y saben lo que es más conveniente”, por opacar ese gusto que sentimos hacia algo determinado, un deleite personal que llevamos en nuestro interior y es parte de la esencia de cada uno. Se puede intentar transformar la personalidad, por diferentes motivos, a una que no nos pertenece del todo, pero no podremos negarnos a nosotros mismos quiénes somos realmente. Es difícil vivir en una sociedad como la actual, que está llena de prototipos y parámetros de belleza. Que se siente en la total confianza para establecer lo que debiéramos ser, como único camino para lograr ser aceptados entre los demás. Actualmente, es paupérrimamente valorado lo que aparece como una mera opción DEL INDIVIDUO, es decir, por la decisión de seguir su propio camino.
Estamos pasando por una época “especial”, similar a la sociedad que vivió en el período Barroco; exceso, mucho exceso e irreverencia, es lo capta la atención, el interés colectivo acotado. No es el individuo, no es la sociedad toda, sino una especie de organización en tribus, de rasgos exagerados y de dudoso proyecto de vida.
Nada de esto, sin embargo, impide la libertad de elección. Son obstáculos propios de un proceso, que en este caso denominaríamos como el desarrollo de una identidad, la cual nos acompaña desde el día en que nacemos.
“No se justificaría que tuviéramos razón si se nos estuviese impedido el usarla”; a esto alude la postura de este ensayo. Es poco racional creer que todo es uniforme, todo está determinado y ya no hay más nada que hacer…porque esto es lo que establece el que opina que no es posible referirse a la libertad de personalidad, mientras vivamos en un mundo que determina, mediante un sin fin de factores, el desenvolvimiento de esta.
¡La razón es el primer elemento que nos hace libres! El poder discernir, optar, preferir y por último, decidir quiénes queremos ser el resto de nuestras vidas, está dado desde un principio en nuestra condición de seres humanos.
Finalmente, los factores que nos rodean día a día, son elementos fundamentales a la hora de determinar lo que será nuestra identidad propia. Mas está en nosotros la decisión de adoptar lo que nos guste y desertar lo que no nos identifica del todo. La razón juega un papel vital en todo esto, ya que es la capacidad conductiva del hombre, la “herramienta” principal que se le otorga para que pueda llevar a cabo su vida. Hay una frase de EpicTeto, que sintetiza claramente la labor del ser para lograr su libertad en todo ámbito:
“Para alcanzar la libertad sólo hay un camino: el desprecio de las cosas que no dependen de nosotros”.