martes, 26 de junio de 2007

“Relación de la Revolución Francesa con las independencias americanas”

"Más cuesta mantener el equilibrio de la libertad que soportar el peso de la tiranía." Simón Bolívar. 
 

     Hablar del proceso económico, político y social, llamado “Revolución Francesa”, no es tan solo referirse al país en que éste se llevó a cabo (Francia) como muchos piensan, y la idea que este tenía de abolir las normas planteadas por el Antiguo Régimen. Sino que es también mostrar la gran influencia que este tuvo sobre diversas independencias americanas, mediante la puesta en práctica de ideologías que surgieron durante el período de la Ilustración en Europa, conocidas como “ideas ilustradas”. Esta compleja etapa de múltiples emancipaciones merece un minucioso e interesante análisis, y seremos nosotras quienes lo desarrollemos a través de este ensayo. Estableceremos la relación existente entre la Revolución Francesa y la independencia de Venezuela, desde el ámbito social, para así poder explicar todo lo antes mencionado. Además, será también parte del ensayo, una mención a la sociedad actual de este país; qué a ocurrido con la tan deseada autonomía y, como estableció Bolívar, en qué momento se pierde el control del equilibrio de la libertad, para que esta comience a ser tildada de “tiranía”. 
 

     La relación de la “Revolución Francesa”, con algunas naciones de América, es evidente y fundamental para lo que fue el futuro de éstas. Mas, para entenderla no podemos hacer referencia únicamente a Venezuela. El caso de Chile, las ideas ilustradas de soberanía popular, libertad, igualdad y fraternidad propagadas durante la revolución francesa, llegaron de la mano de los miembros más jóvenes de la elite criolla, quienes viajaban a Europa, y principalmente a París, para realizar sus estudios superiores. A pesar de que estas no se propagaron más allá de ese círculo social, ejercieron una gran influencia en el proceso independentista. Esto puede apreciarse ya desde el primer Cabildo abierto, citado por el gobernador Mateo de Toro y Zambrano el 18 de Septiembre de 1810, a fin de discutir, entre los ciudadanos ilustres, tanto criollos como peninsulares, cuál sería la mejor forma de gobierno a implementarse mientras durara el cautiverio del Rey Fernando VII, quien había sido forzado a abdicar a favor de José Bonaparte. Ante este suceso, en el cabildo se apreciaron dos posturas. La primera, expuesta por los españoles residentes en el territorio, planteaba que debía resguardarse el orden colonial, acatando los dictámenes del Consejo de Regencia instaurado en España a raíz del cautiverio del rey. Por otra parte, los criollos planteaban que las colonias le pertenecían exclusivamente a la corona, y mientras el rey se encontrara prisionero, la soberanía volvía irrevocablemente al pueblo americano. Y aunque todas estas medidas se hubieran concebido pensando en mantener la fidelidad al rey, se expresó casi inconscientemente, el concepto de soberanía popular.

     Por otra parte, nos encontramos con Uruguay, cuya primera constitución se vio influida  por las ideas liberales de la Revolución Francesa, ya que muestra claramente la influencia de ideas tales como la oposición de los derechos naturales de los gobernadores, libertad e igualdad frente a la idea de jerarquía y la aplicación de los derechos de los ciudadanos y el pueblo. Es por todo esto que los planteamientos constitucionales de Uruguay en ese periodo, fueron fruto de la influencia de la Revolución Francesa, principalmente del liberalismo por el que fue guiada.

     Antes de referirnos a Venezuela, consideramos importante mencionar el caso de México: una nación cuyo principal antecedente independentista fue la ya tan nombrada, Revolución Francesa. ¿La razón? Muy simple. Lo que a Francia constituyó la lucha social más débil, el tercer Estado se atrevió a enfrentarse a los “privilegiados”, reivindicando así sus derechos. Todo esto le pareció al país en cuestión, un modelo digno de ser imitado. En cuanto al cambio social que esto produjo, podemos encontrar a los criollos (se sentían relegados, en segundo plano gracias a los peninsulares), quienes dirigieron esta revolución. Así, los mestizos no eran tomados en cuenta (pues en su gran mayoría eran fruto de relaciones ilegítimas) y los indígenas querían emanciparse de este tutelaje. Ocurrido todo esto y, motivados por las ideas que Francia había logrado expandir, los ahora llamados “mexicanos” logran que España ya no sea la nación unitaria en su moralidad y costumbres.

      Volviendo a lo mencionado en la introducción, corresponde hablar de Venezuela, cuya elección no es un caso fortuito. Es verdad que la emancipación se produjo en todo el continente americano entre 1811 y 1825, pero este fue el primer país en liberarse del yugo español; el primero cronológicamente y el primero también por la grandeza histórica de sus gestores (Bolívar y Miranda entre otros). De hecho, Venezuela constituye la puerta de entrada de las ideas revolucionarias “importadas” por América Latina. A saber, por su situación geopolítica privilegiada, Venezuela ha sido la vía de penetración de las nuevas ideas renovadoras que, al fin del siglo XVIII, iban a cuajar en el pensamiento que condujo a la independencia. Respondiendo al ámbito establecido en un comienzo (social), en los años de independencia venezolana, tras la adopción de los términos planteados por Francia y su revolución, las decisiones políticas dividieron a la sociedad: nacen los realistas y los patriotas. Los primeros, querían continuar bajo la dependencia directa del monarca español, mientras que los segundos eran partidarios de construir una junta de gobierno con una autonomía plena, igualando a las provincias españolas. Sin embargo, la implementación de las ideas revolucionarias no solo originaron descontento y división: iniciativas tales como la traducción de los “Derechos del hombre y del ciudadano”, trascripción de las ideas y los conceptos extranjeros, por los ideológicos americanos, hicieron que la población se sintiera esperanzada e interesada en trabajar por una independencia fructífera, a partir de estas ideas ilustradas.    
 

     Es así como se puede demostrar que la Revolución Francesa fue precursora, directa o indirectamente, de diversas emancipaciones americanas, lo que deja muy claro que sus ideas de progreso, libertad y fraternidad, no eran ajenas para un porcentaje considerable de la población mundial. En el caso de Venezuela, logramos mostrar un país que pocos relacionan con Europa, pero, que al fin y al cabo, fue el primero en responder a estos nuevos conceptos. Finalmente, queremos reiterar la importancia que tiene la frase presentada en un comienzo, dicha por el tan aclamado Simón Bolívar; qué tan valientes somos a la hora de implementar la libertad, una vez que la hemos conseguido. Frente a esto, Venezuela es un ejemplo de contradicción en el término “libertad” (si comparamos su evolución anterior, con su actual situación social –especie de estancamiento-); eso que tanto anhelaban cuando decidieron ser independientes, y lo mismo que hoy en día se ve condicionado por actitudes de quien está al mando.  

"Compatriotas. Las armas os darán la independencia, las leyes os darán la libertad." Simón Bolívar.